ANTONIO SÁNCHEZ

“INMIGRACIÓN”

Espuma negra

Cenizo mar que nos abraza,
pozo oscuro de la verdad,
espejo de los que embarcaron antes,
y quedaron en la mar.

Reguero de cadáveres, tiñen tus aguas,
de espesa negrura ante el olvido,
ecos lejanos de corazones pétreos,
rodeando y acechando nuestro destino.

Somos hijos del hambre y herederos del miedo,
viento de rabia y derrota, congela nuestro latido,
mirada secuestrada por lágrimas plateadas,
clamando al cielo mejor destino.

Despojados cuerpos enlatados,
en maderas carcomidas cual sábanas de difuntos,
ni la pinta, ni la niña, ni santa maría,
son calaveras como la mía.
¡No llego, no puedo, me muero, estoy condenado!,
de amarte linda tierra prometida y no poder estar a tu lado,
cayuco esparcido en mil añicos,
en los callados de tu costa acabado.

Siete soles en el atlántico frente a mí,
en un viaje a la Atlántida sumergida he de ir,
o tornar mi camino a la partida,
desde donde yo salí.

Estalla el agua contra el cielo,
espuma negra salpica las estrellas,
espuma negra salpica la luna llena, ¡la mas bella!,
espuma negra salpica el sol,
espuma negra salpica mi corazón.

Dulce N. de María martel López