HOLOTHURIAS, ESPECIES DE GRAN IMPORTANCIA BIOLÓGICA

Arrate de Velasco

No son los animales marinos que más piropos reciben, más bien al contrario. 

No son los animales marinos que más piropos reciben, más bien al contrario. Su extravagante apariencia y su tacto gelatinoso hacen de esta clase de animales, las holoturias o pepinos de mar, el blanco de numerosas críticas, incluso en ocasiones siendo muchos los reticentes a establecer contacto con ellas. Algunos de sus familiares más cercanos, como los erizos o las estrellas de mar, gozan de más simpatía y mejor reputación llegando a ser comercializados para la decoración aun poniendo en peligro a determinadas especies.
De todas las especies de pepinos de mar, en Canarias poseemos en nuestros fondos marinos dos tipos de holoturias características: las Holothurias tubulosas y las Holothurias sanctori. Podemos observarlas deslizándose entre las rocas, en las charcas de intermareal, ancladas en las grietas gracias a la multitud de pequeñas ventosas que poseen en la parte ventral, llamados pies ambulacrales, o enterradas en el sedimento.
Las H. Sanctori, reconocibles por sus anillos blancos o puntos negros en la epidermis alcanzan un menor tamaño, aproximadamente unos 25 cm. frente a los 35–40 cm. que pueden llegar a alcanzar las tubulosas, pero sin embargo destacan por la capacidad de en momentos de estrés expulsar una sustancia pegajosa y urticante como mecanismo de defensa frente a los depredadores, denominados Tubos de Cuvier. Las H. Tubulosas, por su parte ,y debido a su gran tamaño han alcanzado registros de hasta 12cm. de diámetro, poseyendo además la capacidad de hacer variar su tamaño.
Ambas poseen un sistema digestivo por el cual ingieren el sustrato o sedimento de los fondos marinos. Por el orificio que actúa como boca y a través del conducto digestivo absorben las partículas nutritivas que encuentran entre la arena, para expulsar el resto por el orificio de salida, dejando una huella característica a su paso a modo de cilindros de arena.
Esta peculiaridad dota a estos animales de una gran importancia biológica ya que pertenecen al grupo de animales detrítivoros, base o último escalón de las cadenas tróficas. Estos animales se alimentan de restos orgánicos favoreciendo la limpieza del medio y eliminando restos en descomposición, cerrando de esta forma el ciclo de la materia y energía.
En España no existe una cultura culinaria específica de los pepinos de mar a pesar de que en Galicia, en determinadas áreas se procede a su extracción o de que en Cataluña se consuma alguna especie. Sin embargo, es en Asia donde se localiza el gran mercado de estos animales que son utilizados para fines tan dispares como tratamientos médicos, afrodisíacos y exquisitos manjares.

Arrate de Velasco
Bióloga responsable del Aquarium Lanzaro