MARINA DE ARRECIFE

La Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Arrecife dentro del Convenio que mantiene con el SEMALL, (Servicios de Estudios Medio Ambientales de la Universidad de La Laguna), financió el pasado mes de agosto una nueva campaña científica en el litoral de la Marina de Arrecife. 


Esta acción, está enmarcada dentro del conjunto de campañas financiadas por esta Concejalía, de las cuales se han obtenido resultados importantes, como fueron la localización de una especie nueva para la ciencia, Granulina rutae y cinco citas nuevas para Canarias de moluscos opistobranquios.
En esta ocasión, se ha podido describir una nueva especie del género Elysia Risso, 1818, con un carácter anatómico muy singular, los parapodios se pliegan formando seis lóbulos, tres a cada lado del eje principal y cada par a la misma altura.
Esta nueva especie ha sido bautizada como Elysia manriquei, en honor de César Manrique, hijo ilustre de Lanzarote, pionero en defender lo que ahora se conoce como “desarrollo sostenible” y ejemplo de lucha para conservar la armonía del paisaje como un elemento más del mismo.
El espíritu recogido por los autores de este descubrimiento a la hora de nombrarlo impregna del mismo modo la voluntad de la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Arrecife, que con fondos propios sigue apostando por estas pequeñas acciones, que tienen como fruto grandes hallazgos, pues, a pesar del pequeño tamaño de la especie, unos pocos milímetros, su presencia nos muestra la riqueza de los valores naturales que existen en la Marina de Arrecife, augurando los que están por descubrirse. 
Ello nos obliga a mirar hacia nuestra costa con otros ojos, distintos de los de la especulación y la desidia.

La Concejalía de Medio Ambiente, ha iniciado las gestiones oportunas, para que en  menor plazo posible, quede rehabilitada la cascada del Charco de San Ginés con un nuevo formato más atractivo, contribuyendo con ello al embellecimiento de uno de los lugares más atractivos de nuestro municipio.
Esta acción, estará rodeada de medidas respetuosas con el medio ambiente, tales como el uso de la propia agua del Charco o que las plantas de los ajardinados colindantes sean autóctonas, cuyos requerimientos hídricos son los mínimos posibles.