UNA DE PECERAS...

Arrate de Velasco

Todos aquellos que alguna vez hemos tenido peces (o nos hemos visto atrapados bajo la famosa frase de “me voy unos días de vacaciones, te dejo mis peces, ya sabes, solo hay que darles un poco de comer y cambiarles el agua”) 

Hemos tratado siempre de evitar por todos los medios la triste escena de vernos en frente del retrete, cadáver en mano, pulsando el botón de la cisterna. Sin embargo en muchos casos, esta tarea no fue tan fácil como se podía esperar... ¿cuánto es un poco de comida?, ¿es normal que el agua esté verde?, ¿y que un pez flote?
Por fortuna para todos los amantes de la acuariofilia, poco a poco este desconocido mundo se ha ido abriendo camino y actualmente se encuentra en pleno proceso de evolución. Es por ello que siendo anteriormente un hobby de carácter limitado y en muchas ocasiones de conocimientos escasos, hoy en día es habitual encontrarnos en muchos espacios como son centros comerciales, aeropuertos, restaurantes... con acuarios de diferentes formas y sistemas en asombrosas construcciones. Quizás uno de los pasos más importantes que se han dado en este campo ha sido el salto de los acuarios caseros de agua dulce a los acuarios marinos. Con ello no pretendemos desmerecer la importancia o el mérito de los acuarios dulces, ya que ellos han sido la pieza clave para poder sentar las bases del conocimiento y funcionamiento de los acuarios marinos, además de continuar siendo muy superior la cifra de acuarios de agua dulce frente al número de marinos.
Sin embargo atraídos por las singularidades de la vida marina, tales como los llamativos arrecifes de coral, peces venenosos, colecciones de peces tropicales, crustáceos y moluscos... cada día son más los que se deciden a probar suerte en este campo. Para todos ellos, la importancia de la calidad de la luz y la calidad del agua son dos grandes pilares que hay que vigilar en todo momento ya que requieren una atención y cuidado específico. Y para conseguir estos objetivos se han creado numerosos aparatos como son los reactores de calcio, diferentes modelos de filtros, suministradores de ozono y un sinfín de artilugios que para los menos familiarizados con este campo, en algunos casos pueden llegar a ser tan fácilmente comprensibles como el montaje de un trasbordador espacial. 
El Aqua Dom de Berlín o los Aquariums Humanos en las Islas Maldivas, son dos claros ejemplos de la corriente actual por la que son numerosos las tiendas, centros comerciales o de ocio, hoteles, restaurantes...que buscan un punto de sofisticación en cada uno de sus edificios tratando de crear un reclamo publicitario y una experiencia singular, y al mismo tiempo acercando a todas las personas, que económicamente puedan permitírselo, a este mundo acuático. 
Todas las mejoras de la acuariofilia, a nivel técnico y biológico, que se han obtenido desde sus inicios, se aplican por y para la difusión de este hobby, para el bienestar de nuestras mascotas y el conocimiento de su biología. Y como consecuencia de todo ello, se traduce en el alargamiento de su vida media y la mejora de su calidad de vida. Hay que agradecer especialmente a todas aquellas tiendas especializadas, foros, blogs, asociaciones nacionales.. que hacen que poco a poco cada día seamos más lo que disfrutamos del mundo acuático y podamos compartir nuestras experiencias e información.
Tampoco quisiéramos olvidarnos de la gran pantalla, la cual innegablemente ha tenido un papel más que importante en toda esta historia. Películas taquilleras como buscando a Nemo o El espantatiburones han hecho que hasta los más pequeños de la familia supieran diferenciar a un pez payaso, una Dori, un pez globo o una manta. Otras como Tiburón, sin embargo, han abierto camino para los aventureros que buscan un subidón de adrenalina sumergiéndose en aguas sudafricanas para mantener un encuentro cara a cara, parapetados en jaulas, con el gran tiburón blanco y para los más atrevidos incluso sin las barras protectoras.
Pero como todo en esta vida, también tiene unos “peros”. El hobby llevado al snobismo nos da resultados tan estrafalarios como tiburones bambú en espacios minúsculos (resultado de la no planificación.... recordemos que los animales crecen!), suelta o abandono de animales en la época estival (resultado del no compromiso, pudiendo provocar resultados nefastos para la fauna autóctona), miles de peticiones a las tiendas de animales de medusas de picadura mortal (resultado de ver la última película de Will Smith...) 
Así que nuestra última reflexión es una apelación al sentido común para que además de poder disfrutar nosotros con nuestros aquariums, no nos olvidemos de que lo más importante es que también disfruten los que están dentro de él.

Por Arrate de Velasco. 
Bióloga Marina