Nº 7

Fernando Barbarin

OLOR Y COLOR

 

Aquí me encuentro, en la habitación 236 de la segunda planta del Hospital Doctor Negrín de Gran Canaria, el motivo: me he sometido a una intervención quirúrgica que podría devolverme mi añorado olfato. Para mí el olor ha sido uno de los principales vehículos para recordar de manera nítida algún momento de mi vida, prueben a cerrar los ojos y con detenimiento huelan una goma de borrar, verán como se transportan a su vieja aula rodeados de antiguos compañeros de clase. 
Y hablando de sentidos, quisiera hablar sobre otro muy importante: la vista. Al igual que en el olfato existen aromas extraordinarios y hedores nauseabundos, con la vista ocurre lo mismo. Soy consciente de que mucha gente banaliza sobre el papel que desempeña el arte y los artistas, y que muchos artistas banalizan sobre muchas cosas, pero de lo que yo les quiero hablar es de algo muy sencillo: la importancia e influencia del arte en nuestras vidas. Un artista no es necesariamente un tipo o tipa que viste diferente y se comporta de manera excéntrica y atormentada, para mí, un artista es aquel que ve donde otros miran y mira para que otros lo puedan ver. El arte no sólo se localiza en los museos, afortunadamente la sociedad va absorbiendo y aplicando el trabajo y estudio que muchos artistas han realizado durante sus vidas para aplicarlo en diferentes escenarios. La funcionalidad no está reñida con la estética, todo lo contrario, ese equilibrio es indiscutiblemente necesario. Pongamos por ejemplo el Hospital Doctor Negrín, donde me encuentro actualmente ingresado. Es curioso que una persona tan aprensiva como yo, se encuentre tan tranquilo postrado en una cama. Reflexionemos sobre ello, estoy seguro que uno de los motivos de mi buen estado de ánimo se debe en gran medida a que las persona encargadas de diseñar este edificio, estudiaron de manera muy especial aspectos tan importantes como la luz, espacios, materiales, colores… transformando un lugar como han sido tradicionalmente los hospitales, fríos e impersonales, en un espacio agradable con cierta calidez de hogar. Podríamos profundizar en las diferentes disciplinas del arte que han intervenido para que un hospital sufra semejante transformación, pero quiero resaltar una tan sencilla e importante como es la cromática, el color y en consecuencia la pintura. El color es algo que tiene mucha más importancia de lo que mucha gente piensa, en nuestras vidas, el color forma parte de una manera determinante. El color nos produce muchas sensaciones, sentimientos, diferentes estados de ánimo, nos transmite mensajes, nos expresa valores, situaciones, incluso se emplea como terapia, el verde por ejemplo es un color sedativo, reposa y fortifica la vista y disminuye la tensión sanguínea.
Creo que el color es el vestido de la vida, y muchos de los costureros actuales son daltónicos crónicos, por lo que les invito desde esta editorial a todos los responsables de vestir nuestras vidas (ambulatorios, calles, talleres, colegios, oficinas, edificios , lugares de trabajo, parques, plazas etc…) ha comprar botes de pintura, brochas y asesorarse por un profesional con conocimientos teóricos y prácticos del uso del color, les aseguro que será un dinero bien invertido.

En cuanto me den el alta me voy a oler Lanzarote.